Los orígenes de la cerradura se remontan muy probablemente unos 4000 años y se sitúan en China. No mucho más tarde el curioso artilugio comenzó a utilizarse en Egipto, donde se sentaron las bases de la futura cerradura de tambor de pines hacia el 2000 a.C.
El furor por las cerraduras fue tal entre los siglos XVII y XIX que solamente en EEUU se presentaron en esas fechas hasta tres mil modelos distintos, perdurando en el tiempo la patente de Linus Yale. Es a él a quien podemos atribuirle el invento de la cerradura moderna, entendida como un mecanismo que funciona con pernos de diferentes tamaños y que utiliza un pasador que gira gracias al uso de la llave adecuada.
Linus Yale perfeccionó su creación con la ayuda de su hijo, Linus Yale Jr.. Ambos se inspiraron en las antiguas cerraduras egipcias, solo que la suya era de madera y de gran tamaño (1,2 metros), utilizando para su apertura una llave que se asemejaba a un cepillo de dientes.
Las cerraduras, al igual que las llaves, continuaron su evolución en el siglo XX, existiendo en la actualidad numerosas clases: cerradura de bombillo, cerradura de golpe, cerradura de dos vueltas, cerradura de dos pestillos, cerradura de combinación, cerradura de molinillo, cerradura empanada, etc.
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Es muy interesante la historia de las cerraduras, hace tiempo leí que es oficio muy antiguo el de cerrajero.
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